CULTURA Y ESPECTÁCULOS
Pablo Alborán: «Voy al cine y a tomar cervecitas con los amigos, llevo una vida normal»
«Soy muy vergonzoso, aunque no lo parezca», admite el malagueño, que ayer protagonizó una multitudinaria firma de discos en Málaga
Tiene el tiempo medido hasta el segundo. Apenas le quedan diez minutos libres entre una entrevista con una televisión y otra en Madrid. Y en ese hueco habla por teléfono con Málaga. «¡Ole! ¡Qué ganas de estar allí!», exclama Pablo Alborán nada más empezar la conversación. Por delante le queda una larga firma de discos en Callao -cuenta que está «nervioso», la cola ya da la vuelta al edificio- y después viaje relámpago a casa para reencontrarse con su gente y estampar su nombre en cientos de ejemplares de 'Tanto', su nuevo trabajo. Promete: nada más salir a la venta el lunes se hizo con los tres primeros puestos de iTunes. Entre tanta locura de medios y de fans, sorprende la calma con la que se expresa el malagueño.
-¿Más nervioso por el disco o por el papel del Málaga en la Champions?
-(Risas) La verdad que por el disco, aunque por lo que haga el Málaga en la Champions también... Ojalá todo vaya bien. Pero lógicamente mi terreno me pone más nervioso, sobre todo con las firmas de discos que me tocan ahora.
-¿Cómo se soportan tantas horas firmando autógrafos?
-Es que siempre nos quedamos cortos y yo lo que quiero es que la gente sepa que yo me quiero quedar a firmar como sea.
-¿Siente la presión del segundo disco con canciones inéditas?
-¡Claro que la siento! Como dice todo el mundo, ahora hay que mantenerse. Yo lo que creo es que este disco es mucho más personal que lo que he hecho antes. Para mí resume muy bien todo lo que he sentido estos dos años. No tendría sentido sacarlo dentro de más tiempo porque habla precisamente de todos los viajes que he hecho a Portugal, se nota la gran influencia del fado, del tango, de la música electrónica, del rock... Siempre me han gustado esos estilos, y en este disco era el momento de arriesgar un poquito y mostrar esa otra parte mía. Habla precisamente de lo que soy ahora mismo, de cómo me siento yo como músico.
-El listón está muy alto...
-Pero si no estoy en el número uno o si esto no va como anteriormente, a lo mejor es porque no debe ir así y mi sitio sea otro. Mientras encuentre mi sitio en el mundo de la música y pueda vivir dignamente, me basta.
-¿No teme que el público se pueda saturar?
-Puede ser... Pero mientras la gente siga pidiendo discos, que los piden, y mientras haya una demanda, allí estaré yo. Si hay gente que quiere escucharme cantar, seré el primero que estará cantando.
-¿Qué ha encontrado en Portugal?
-Me he enamorado de aquella tierra. He encontrado un respeto a la cultura enorme, muchas similitudes con España, unos matices musicales en los que me siento súper cómodo, compañeros y compañeras músicos que me enseñan y de los que tengo que aprender... y he encontrado un público que me ha recibido con los brazos abiertos y con muchísimo amor.
-¿Cómo se inspira en una habitación de hotel?
-(Risas) Este disco está compuesto entre tren y tren, entrevista y entrevista, en habitaciones de hotel... Compongo en cualquier sitio. Siempre que surja, solo necesito un papel y un boli para ponerme a escribir. Pensé que no iba a ser capaz, que siempre iba a necesitar la calma, la tranquilidad de una noche oscura, la soledad... ¡y qué va! Este disco ha surgido en pleno movimiento. Por eso creo que es el disco más vivo que he hecho hasta ahora, porque lo noto muy dinámico, porque cada canción me recuerda a un momento tan reciente... Y vocalmente también me he dejado la piel, es un disco más sentido.
-¿Se ha acostumbrado ya a dormir en trenes?
-¡Sí! Además, antes me costaba dormirme en los despegues y aterrizajes de los aviones y ahora me quedo frito como un oso (risas).
-¿Quién le ha dado 'Tanto'?
-Pues mucha gente. La familia, el público, mis amigos de toda la vida, el equipo, la discográfica, la compañía, la productora... Toda la gente que le dio al 'play' en Youtube el primer día, y que sigue estando allí. Y sobre todo la familia, que sigue aguantándome.
-Imagino que se acordará mucho de ellos en esos momentos de soledad en el hotel...
-Claro, pero luego me tranquiliza saber que esto es un trabajo más; como el piloto que está de un lado para otro, o el médico que está más en el quirófano que en su propia casa. Esto es lo mismo. Esa soledad viene con el trabajo, y bendita sea, porque así se disfruta mucho más las veces que voy a Málaga.
-Entonces no lo lleva mal...
-No, además creo que yo he sido siempre muy solitario, en el sentido de que he necesitado mi espacio para componer. Y, por otro lado, me siento muy arropado también. Cuando estoy en Madrid no hago más que irme de 'okupa' a casa de todos mis amigos. Hago lo posible para recuperar también la normalidad.
-¿Se puede llevar una vida normal en medio de tanta vorágine?
-Yo sí, yo la llevo y hago lo posible por llevarla. Siempre digo que si no quieres que te vean no te ven; y si quieres que te vean te ven. Yo voy al cine, voy a tomar cervecitas con los amigos... Hombre, la calle en general me cuesta un poquito, sobre todo pasear por Málaga y Madrid... pero aun así lo hago. Y si la gente me para, siempre ha sido por mi trabajo, con un respeto enorme y con cariño. A mí me emociona mucho que pase eso. Es como si fuera un vecino al que te encuentras, yo lo veo así. Y me alegra que la gente también lo ve así muchas veces.
Anonimato
-¿Echa en falta el anonimato en algunos momentos?
-La verdad es que no, porque sigo haciendo lo mismo que antes.
-Quizás le gustaría pasar inadvertido en esos paseos.
-A lo mejor... Pero yo me pongo mis cascos como en el primer videoclip y sigo paseándome igual, sigo sacando a los perros, paseando con mi familia... Lo que pasa es que ahora tengo menos tiempo.
-¿Le ponen en muchos aprietos las fans?
-Bueno, pero yo lo trato con mucha diversión. Mientras sea todo dentro de la seguridad de ellas, porque con tanta gente muchas veces pasan cosas, a mí me parece maravilloso. Es súper divertido para todos, es como si la familia va creciendo, es muy bonito. Me emociona que guste lo que hago.
-Sale el disco y es número uno de iTunes... Hace tres años esto era impensable para usted.
-Es una pasada. Estoy nervioso por las firmas.
-¡Con todas las situaciones que ha vivido!
-¡Uf! Es que además yo soy muy vergonzoso aunque no lo parezca... Estas cosas me dan mucha timidez.
Tiene el tiempo medido hasta el segundo. Apenas le quedan diez minutos libres entre una entrevista con una televisión y otra en Madrid. Y en ese hueco habla por teléfono con Málaga. «¡Ole! ¡Qué ganas de estar allí!», exclama Pablo Alborán nada más empezar la conversación. Por delante le queda una larga firma de discos en Callao -cuenta que está «nervioso», la cola ya da la vuelta al edificio- y después viaje relámpago a casa para reencontrarse con su gente y estampar su nombre en cientos de ejemplares de 'Tanto', su nuevo trabajo. Promete: nada más salir a la venta el lunes se hizo con los tres primeros puestos de iTunes. Entre tanta locura de medios y de fans, sorprende la calma con la que se expresa el malagueño.
-¿Más nervioso por el disco o por el papel del Málaga en la Champions?
-(Risas) La verdad que por el disco, aunque por lo que haga el Málaga en la Champions también... Ojalá todo vaya bien. Pero lógicamente mi terreno me pone más nervioso, sobre todo con las firmas de discos que me tocan ahora.
-¿Cómo se soportan tantas horas firmando autógrafos?
-Es que siempre nos quedamos cortos y yo lo que quiero es que la gente sepa que yo me quiero quedar a firmar como sea.
-¿Siente la presión del segundo disco con canciones inéditas?
-¡Claro que la siento! Como dice todo el mundo, ahora hay que mantenerse. Yo lo que creo es que este disco es mucho más personal que lo que he hecho antes. Para mí resume muy bien todo lo que he sentido estos dos años. No tendría sentido sacarlo dentro de más tiempo porque habla precisamente de todos los viajes que he hecho a Portugal, se nota la gran influencia del fado, del tango, de la música electrónica, del rock... Siempre me han gustado esos estilos, y en este disco era el momento de arriesgar un poquito y mostrar esa otra parte mía. Habla precisamente de lo que soy ahora mismo, de cómo me siento yo como músico.
-El listón está muy alto...
-Pero si no estoy en el número uno o si esto no va como anteriormente, a lo mejor es porque no debe ir así y mi sitio sea otro. Mientras encuentre mi sitio en el mundo de la música y pueda vivir dignamente, me basta.
-¿No teme que el público se pueda saturar?
-Puede ser... Pero mientras la gente siga pidiendo discos, que los piden, y mientras haya una demanda, allí estaré yo. Si hay gente que quiere escucharme cantar, seré el primero que estará cantando.
-¿Qué ha encontrado en Portugal?
-Me he enamorado de aquella tierra. He encontrado un respeto a la cultura enorme, muchas similitudes con España, unos matices musicales en los que me siento súper cómodo, compañeros y compañeras músicos que me enseñan y de los que tengo que aprender... y he encontrado un público que me ha recibido con los brazos abiertos y con muchísimo amor.
-¿Cómo se inspira en una habitación de hotel?
-(Risas) Este disco está compuesto entre tren y tren, entrevista y entrevista, en habitaciones de hotel... Compongo en cualquier sitio. Siempre que surja, solo necesito un papel y un boli para ponerme a escribir. Pensé que no iba a ser capaz, que siempre iba a necesitar la calma, la tranquilidad de una noche oscura, la soledad... ¡y qué va! Este disco ha surgido en pleno movimiento. Por eso creo que es el disco más vivo que he hecho hasta ahora, porque lo noto muy dinámico, porque cada canción me recuerda a un momento tan reciente... Y vocalmente también me he dejado la piel, es un disco más sentido.
-¿Se ha acostumbrado ya a dormir en trenes?
-¡Sí! Además, antes me costaba dormirme en los despegues y aterrizajes de los aviones y ahora me quedo frito como un oso (risas).
-¿Quién le ha dado 'Tanto'?
-Pues mucha gente. La familia, el público, mis amigos de toda la vida, el equipo, la discográfica, la compañía, la productora... Toda la gente que le dio al 'play' en Youtube el primer día, y que sigue estando allí. Y sobre todo la familia, que sigue aguantándome.
-Imagino que se acordará mucho de ellos en esos momentos de soledad en el hotel...
-Claro, pero luego me tranquiliza saber que esto es un trabajo más; como el piloto que está de un lado para otro, o el médico que está más en el quirófano que en su propia casa. Esto es lo mismo. Esa soledad viene con el trabajo, y bendita sea, porque así se disfruta mucho más las veces que voy a Málaga.
-Entonces no lo lleva mal...
-No, además creo que yo he sido siempre muy solitario, en el sentido de que he necesitado mi espacio para componer. Y, por otro lado, me siento muy arropado también. Cuando estoy en Madrid no hago más que irme de 'okupa' a casa de todos mis amigos. Hago lo posible para recuperar también la normalidad.
-¿Se puede llevar una vida normal en medio de tanta vorágine?
-Yo sí, yo la llevo y hago lo posible por llevarla. Siempre digo que si no quieres que te vean no te ven; y si quieres que te vean te ven. Yo voy al cine, voy a tomar cervecitas con los amigos... Hombre, la calle en general me cuesta un poquito, sobre todo pasear por Málaga y Madrid... pero aun así lo hago. Y si la gente me para, siempre ha sido por mi trabajo, con un respeto enorme y con cariño. A mí me emociona mucho que pase eso. Es como si fuera un vecino al que te encuentras, yo lo veo así. Y me alegra que la gente también lo ve así muchas veces.
Anonimato
-¿Echa en falta el anonimato en algunos momentos?
-La verdad es que no, porque sigo haciendo lo mismo que antes.
-Quizás le gustaría pasar inadvertido en esos paseos.
-A lo mejor... Pero yo me pongo mis cascos como en el primer videoclip y sigo paseándome igual, sigo sacando a los perros, paseando con mi familia... Lo que pasa es que ahora tengo menos tiempo.
-¿Le ponen en muchos aprietos las fans?
-Bueno, pero yo lo trato con mucha diversión. Mientras sea todo dentro de la seguridad de ellas, porque con tanta gente muchas veces pasan cosas, a mí me parece maravilloso. Es súper divertido para todos, es como si la familia va creciendo, es muy bonito. Me emociona que guste lo que hago.
-Sale el disco y es número uno de iTunes... Hace tres años esto era impensable para usted.
-Es una pasada. Estoy nervioso por las firmas.
-¡Con todas las situaciones que ha vivido!
-¡Uf! Es que además yo soy muy vergonzoso aunque no lo parezca... Estas cosas me dan mucha timidez.